
Nuestro cabello, al igual que nuestra piel, también sufre las altas temperaturas y la exposición al sol sin protección. Si a esto le sumamos la sal del agua del mar o el cloro de las piscinas. Cómo resultado obtendremos un cabello opaco, sin vida, frágil y reseco.
1-Los rayos del sol así como dañan la piel, también dañan el cabello. Por eso, cuando vayamos a la playa se recomienda aplicar una crema para peinar que contenga filtro solar.
Otra manera de restaurar el cabello es aplicando una vez por semana una mascarilla o una ampolla de hidratación profunda.
2- Es ideal comenzar la temporada con un corte de puntas si es necesario. De este modo, estará más preparado para soportar la exposición solar.
3- De ser posible, es mejor evitar realizar coloraciones muy claras previas el período más fuerte del verano, ya que el sol y el agua del mar o el cloro de la piscina pueden afectar el tinte logrando un color no deseado en el pelo.
4- Evitar el uso excesivo de secadores, planchas y bucleras. Las altas temperaturas del verano sumado a estos artefactos podrían dañar aún más nuestro cabello.
5- Es recomendable para la playa o la piscina llevar el cabello recogido, con una trenza, rodete o colita. Esto evitará que el pelo se enrede, y además que no se acumula arena y residuos.
6- Otra manera de reforzar la protección es usando sombreros, gorras, etc. No sólo protegemos el cabello sino que también protegemos la piel del rostro.
7- Por último, es muy importante que luego del día de playa o piscina lavemos muy bien el cabello para eliminar la sal, la arena o el cloro.
Para ello debemos elegir un shampoo y acondicionador que nos permitan lograr una hidratación profunda.
Después del lavado, podemos aplicar alguna crema hidratante para peinar.
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